jueves, 23 de febrero de 2012

Gravedad

Me gusta lanzarme por la ventana de mi casa cuando me dan ganas de volar, el único problema es que a veces se me olvida que tiene cinco pisos. Y así me pasa siempre, se me rompen los huesos. Luego el alma me sale por la boca y vuela doscientos metros más abajo.


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