lunes, 18 de junio de 2012

Mariposas.

El rollo de siempre. Las mismas miradas, las mismas palabras. Te encuentras con la misma gente, le dices lo que quieren oir, sonríes, te vas.

Sin replantearte nunca el poder marchar. Sin tener en cuenta tu propia opinión o necesidad

La gente piensa, que si soy persona, siento una necesidad obligada de hacer cierto tipo de cosas semejantes a ellos, de pensar de una manera un tanto incuestionable, y de deducir con cierta similitud.
Quiero dejar algo claro. No soy nada de lo que os esperéis. Es más, a penas me conocéis. No tenéis ni idea de lo que me resulta importante y lo que creo que es insignificante.

Os tapáis los oídos, miráis hacia otro lado. Os dedicáis a velar por el bienestar de uno mismo, cuando yo también miro por el vuestro. ¿Soy un dos por uno? Pues no sé, pero creo que eso sólo podría significar dos cosas: O que yo no valgo nada, o que vosotros os servís solos; y ya que he comprobado que, aunque no sea demasiado, yo puedo llegar a ser apta para cualquier cosa que me proponga, me temo que, vuestra inseguridad es la marca que se ha dejado en el asesinato de mi disposición y perseverancia.

Simplemente, habéis dado por hecho que soy como vosotros antes de conocerme, lo cual, no dice mucho a vuestro favor.

Sí, quiero una vida más allá de "trabajo, hipocresía y friends for ever”, pero dudo que la esté buscando en el sitio correcto.


No hay comentarios: