jueves, 23 de agosto de 2012

Dosis de positivismo semanal.

Revelación 1:

Estoy sentada en la parada de bús. Busco en la mochila. No están los cascos. ¿¡No están los cascos!? ¡NO ESTÁN LOS CASCOS! Me escurro para abajo. Aparece un chico de unos veinte para arriba. Se sienta a mi lado. Me pregunta qué me pasa. Me pongo roja. Le cuento mi problema. Abre su mochila. Me da unos cascos. Subimos al bus. Nos sentamos juntos. Hablamos y llegamos entretenidos a nuestro destino.

LOS MILAGROS EXISTEN.



Revelación 2: 

Estoy en la hamaca de mi huerta de noche. Escucho a un búho. Se empiezan a caer manzanas del árbol. Caen con exageración. Ya hay treinta en el suelo. No encuentro explicación. Me asusto y voy a llamar a mi padre. No lo encuentro. Vuelvo. Está encima del árbol tirando las manzanas para "gastarme una broma". Saco la manguera y lo empapo. Que se joda.


 DESCUBRO QUE MÁS QUE UN PADRE, PARECE UN HERMANO



Revelación 3:

 Mi madre y yo empezamos a hablar de castellanismos, fonemas y la SGAE. Se pone toda erizada discutiéndome. Yo sé que tengo razón. Pasamos así unas dos horas. Qué buena tarde.

LAS DISCUSIONES NO SIEMPRE SON MALAS.

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