del vicio de hacernos daño.
Porque donde yo pongo un punto, tú una coma.
Y acabamos en la misma cama,
prolongándonos la historia.
No os compliquéis buscando por quien morir
buscad por quien no hacerlo,
yo lo tengo, y vivo,
alguien que me abre su infierno
cada vez que tengo frío.
Yo antes creía en muchas cosas
pero ya no me acuerdo
serían tonterías, supongo.
Ahora sólo creo en tus rizos y en tu mirada,
en los mensajes en morse de tus pasos.
Todo lo demás es mentira.
No hay comentarios:
Publicar un comentario